Laicos para el Desarrollo

Cuarta semana y llena de novedades.

El domingo llegó el Padre Pepe desde Chile, así que le vimos en la misa de siete de la tarde y nos citó para el lunes. La primera impresión fue buena, no sin dejar de hacernos gracia ese acento murciano-boliviano.

El lunes hizo que empezara la semana de trabajo con muchas ganas para todos y con la visita de Chuli a Mururata.

Por la tarde fuimos al encuentro de nuestro nuevo párroco. El padre Pepe es de Murcia, pero lleva aquí cerca de veinte años; a su alrededor, seguramente por sus ideas claras y alegría, ha surgido toda una parroquia viva, llena de jóvenes y personas comprometidas con la Iglesia, hasta el punto que él mismo ha metido en su casa a unos quince chicos que forman la comunidad vocacional.

La reunión fue con él, con el Padre Giovanni y Ronald; hablamos sobre cómo nos estaba yendo, sobre cómo nos sentíamos y lo que íbamos a hacer a partir de ahora: los jueves tenemos celebración comunitaria en la parroquia (es un momento de compartir y orar con las personas de la casa parroquial) y después cenamos allí todos juntos, los domingos comemos también en la parroquia y los lunes es nuestro día de descanso (no trabajamos y es el día para aprovechar a hacer excursiones y demás). Este día cenamos en la parroquia con todos los chicos y las chicas vocacionales; ellas están en Cochabamba y las dirige la Hermana Evelyn, salesiana del sagrado corazón de Jesús.

El martes, las directoras de los centros infantiles, le celebraron a Chuli con un mes de adelanto el cumpleaños: 24 años y 11 meses. ¡Muy original!

Cada uno trabajó felizmente en sus respectivos proyectos y por la tarde fuimos a misa de siete a la capilla de Mayo.

El miércoles fue un día muy normalito hasta que por la tarde nos fuimos a la capilla de María Magdalena a ensayar y organizarnos para la misa de siete de la tarde. Fue una ocasión de reunión de gente de la parroquia entera, ya que la eucaristía era grabada para la misa del domingo que se televisará a NIVEL NACIONAL por la tele. Carlos y Fernando incluso tienen su primer plano ya que hicieron lecturas, aún así todos estábamos sentados en primera fila así que todos disfrutaremos de la fama que otorga la misa televisada.

El jueves fue un día agotador. A las ocho y media de la mañana fuimos, cargando con nuestros pasaportes, a buscar al Padre Giovanni. Tomamos la movilidad y bajamos a La Paz. Llegamos al Instituto de Migración y nos pusimos a hacer cola, que fue bastante corta ya que no hay mucha gente que se quiera quedar en Bolivia, y tan sólo pudieron ampliar su permiso Carlos, Yolanda y Oscar. Fernando y Chuli no pudieron porque son un tanto inútiles y se olvidaron un pequeño papel verde que nos dieron al llegar en enero. Después de esto, Giovanni nos llevó al museo etnográfico boliviano: tejidos, máscaras típicas-siniestras-coloridas de todas las zonas (una de ellas se las ponía un hombre que tenía que bailar durante tres días seguidos hasta morir de agotamiento), cerámica y trajes de carnaval paceños: chutas.

Terminadas las tropecientas fotos de Óscar (con la escalera, con el letrero de área restringida, con las tazas eróticas-festivas del siglo XVI, con los trajes, con los suelos, los techos, los adoquines, etc…) nos volvimos a subir a El Alto para que Fernando y Chuli cogieran sus papelitos verdes. Hecho el trámite de treinta minutos, volvimos a tomar OTRA movilidad y a volver a bajar a La Paz con la primera sudada de Carlos en Bolivia.

Almorzamos en “Pollos Copacabana” (el McDonalds, pero en versión trozos de pollo frito), aunque hay un “pollo” de cada provincia boliviana: “Pollos Cochabamba”, “Pollos Chuquisaca”… ¡ah, y también Panchita!

Fernando y Chuli se pusieron los 90 días en el pasaporte y Yolanda ligó con un australiano-casado, Oscar se compró una camiseta y Carlos no encontró una de su gusto.

Para resarcirnos de tanto sube-baja, de tanto calor y carreras por la autopista de retales, nos tomamos una copa de helado (una SUPER copa de helado) en el “Brosso”.

Subimos con la panza bien llena y los chicOs se fueron para un lado y las chicAs para otro, para reunirse a las siete en la casa parroquial. Los jueves tenemos eucaristía, momento de compartir lo que haya pasado en la semana, y cena en la parroquia con Pepe y los chicos vocacionales. Además esta vez celebramos el cumpleaños de Marina, la mujer de Ronald.

Y ya hoy, viernes, es día de que te mojen por la calle ya que comienza el carnaval, aunque folklórica y técnicamente empezó hace una semana. Los niños están disfrazados y van armados con pistolas y globos de agua, y las chicas de Kurmi se lo pasaron pipa a costa de Carlos. ¡¡Quedó pingando!!

Hoy también es día importante ya que se hacen las “challas” (bendición indígena) a los lugares e instrumentos de trabajo. El doctor Rolando (director de la FUNDASE) y el Padre Pepe han pasado por todos los proyectos challando: se ponen serpentinas alrededor del cuello, te echan pétalos de flor por la cabeza dándote una bendición, se bebe cerveza y se echa por las esquinas de los edificios alcohol (de quemar) y vino dulce. Es todo una ofrenda a la “Pachamama” (Madre Tierra) y dura un año. El lunes y el martes se hace lo mismo pero en las casas para que queden protegidas de las malas cosas.

Mañana tenemos excursión y por la noche viajamos a Cochabamba hasta el miércoles: más calorcito, más agua y menos altura.

Buena semana a tod@s.