La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. La caridad no acaba nunca. Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad.

martes, 26 de enero de 2010

Como ya hemos encontrado ordenador que nos deje subir fotos, aquí os dejamos las del viaje. La segunda es la que certifica que hemos estado en BRASIL... ¬¬

Esta semana ha estado llena de cositas:
- el lunes pasado nos fuimos cn las familias. Todas ellas están muy vinculadas a la parroquia Jesús Obrero, trabajando voluntariamente como catequistas, en pastoral familia, liturgia, cursillos de cristiandad, etc...

- el martes tuvimos reunión con el director de la fundación (http://www.fundase-bolivia.org), que después de contarnos cómo está organizado el trabajo, nos llevó de visita por los distintos proyectos.
Así que, Oscar trabaja en FOCAPACI: un proyecto que realiza planes de desarrollo local, apoyo a las juntas vecinales y más cosillas que todavía no nos quedan muy claras.
Fernando y Carlos están en el proyecto KURMI, de apoyo escolar y de tiempo libre a chicos y chicas en riesgo social.
Yolanda trabaja en el centro educativo MURURATA de educación especial.
Chuli está como apoyo pedagógico de los tres centros infantiles de la fundación.

- el fin de semana, tuvimos convivencia en la parroquia con el grupo de jóvenes. ¡¡Son muchísimos!! Lo pasamos muy bien y están muy contentos de tenernos aquí.

- el domingo fue la feria de las ALASITAS, donde todo es en miniatura y lo compras para que te proporcione abundancia durante todo el año. Así que tenemos cada uno, más o menos, unos 10000 dólares en billetes pequeñitos de monopoli.

- el tiempo está siendo muy asturiano: lluvia, lluvia, lluvia y más lluvia.

Y nada más, esta vez es cortito que nos tenemos que ir de reunión a la parroquia.

Sed felices!!!

lunes, 18 de enero de 2010

El viernes día 15 de enero, bien prontito y casi por los pelos, cogimos el tren dirección Madrid. Después de 4 horas y algo más, llegamos a la estación de Chamartín donde se acercó algún pariente que nos hizo de guía por el metro para llegar enteros a Barajas.
Terminal 2: en cuanto pudimos facturamos las maletas y nos fuimos a comer al timo-bar de una baguette de dos bocados a 4 euros. Siguieron desfilando amigos y parientes para despedirnos pasando el detector de metales.
Y aquí es cuando empieza nuestra pequeña odisea: de Barajas a Roma, y seguido el vuelo de 12 horas de Roma a Sao Paulo. ¡¡Llegamos a Sudamérica!! Por lo menos eso es lo que ponía el aeropuerto, ya que no salimos de él, ni tuvimos que recoger maletas, ni nada de nada… simplemente nos “encerraron” doce horas en un pasillo que casi no tenía ni dónde comer. Pasamos las horas durmiendo, paseando, echándonos colonias del DutyFree y bebiendo Guaraná.
Por fin embarcamos de nuevo: de Sao Paulo a Lima, y de Lima a La Paz. A las 00.30h del domingo día 17, llegamos al fin a casa.
Fueron casi 48 horas de viaje, atrasando el reloj, repitiendo horas, comiendo mal y durmiendo peor, pero todo tuvo su recompensa.
Al pasar la aduana de La Paz, declarar y presentar pasaporte, estaban esperándonos unas cuatro personas. Uno era Ronald (director de pastoral de la parroquia) y los otros eran chicos que están en la casa parroquial haciendo un discernimiento vocacional.
Nos dejaron en nuestra casa (dos habitaciones, cocina, baño, salón comedor y jardín selvático), tomamos un “matesito de coca” y a dormir.

Llegó el despertar del domingo, más o menos a las 11 de la mañana, y con él el soroche: dolor de cabeza, vómitos, corazón acelerado y mareos. Algunos lo llevamos mejor y otros peor, aunque no tardamos ninguno en darnos al ibuprofeno y al “sorochipill”.
Los que estuvimos mejor, a las 13h fuimos a comer a la casa parroquial. Es como un hogar para mucha gente: los curas, las monjas, los jóvenes, los chicos y chicas del discernimiento vocacional, voluntarios y ahora nosotros. La acogida fue maravillosa con una frase que todos nos repetían al darnos un abrazo: “Bienvenidos a casa”.
Después de la comida, a base de sopita blanca y matesito, nos llevaron a dar una vuelta de reconocimiento de la ciudad, y de ahí a dormir la siesta.
A las 19h hubo misa parroquial llena de jóvenes (en El Alto el 60% de la población tiene entre 15 y 19 años) y seguidamente la cena: otra vez a base de sopita blanca y matesito. Un poco de sobremesa y vuelta a la cama a dormir y descansar.

Hoy ya es lunes: nos hemos levantado con más fuerzas, hemos desayunado juntos y ahora escribimos la crónica.
Esta tarde vienen nuestras familias a buscarnos para convivir con ellas durante un mes, así que volveremos a escribir en unos días.

Feliz comienzo de semana a tod@s.

p.d.--> tenemos problemas para subir las fotos, así que un poco de paciencia...